Consorcio INIMA-CVV Copiapó se adjudica la construcción de Planta Desaladora para Atacama
Cabe recordar que este es un proyecto concretado por el Gobierno de la Presidenta, Michelle Bachelet, quien en noviembre de 2015 anunció el financiamiento para la primera etapa. La de Atacama es la única y la primera desaladora del país ejecutada con fondos estatales.
Tal como fue el compromiso de la Presidenta, Michelle Bachelet -y con el proceso avanzando en los tiempos estipulados- para fines de 2017 está previsto el inicio de la construcción de la planta desaladora, obra que estaría finalizada el 2020.
Este martes, la empresa estatal Econssa Chile S.A. adjudicó al consorcio INIMA-CVV Copiapó la ejecución de la obra por un monto neto de 72,61 millones de dólares. Cabe recordar que la disposición de recursos es parte del compromiso anunciado por la Presidenta, Michelle Bachelet, en noviembre de 2015.
La Intendenta de Atacama Alexandra Núñez Sorich, manifestó su satisfacción tras el cierre de este proceso, relevando “que el proyecto, es una de las mayores obras estatales generadas y financiadas por el Gobierno en la Región de Atacama y que viene a cumplir el compromiso de la presidenta Michelle Bachelet con nuestra región”.
“Con esto además estamos dando un importante paso, que nos permitirá garantizar el suministro de agua potable de calidad, para el 70% de la población de Atacama, frente a la escasez hídrica que por años afecta a la región. Además garantizará un sistema de respaldo frente a la ocurrencia de eventos climáticos de emergencia”.
Patricio Herrera, gerente general de Econssa, manifestó “estamos muy satisfechos con el proceso, porque participaron empresas de nivel internacional, expertas y con ofertas muy competitivas. Estamos frente a una de las iniciativas más relevantes para la Región de Atacama, no solo porque se trata de la mayor inversión proyectada en la zona, con todos los beneficios que conlleva para el dinamismo de la economía local; sino porque esta planta va a garantizar el suministro de agua potable en una zona que ya no cuenta con acuíferos naturales para el autoabastecimiento”.
El consorcio INIMA-CVV Copiapó tendrá un plazo de 27 meses para materializar el proyecto. “Dispondrá de 3 meses para preparar el inicio de las obras y de 2 años para la construcción de la planta, la que debiera estar operando, a más tardar, a principios del año 2020”, agregó Herrera.
Puestos de empleos para la región
Las bases de licitación tienen varios aspectos innovadores. Establecen, por ejemplo, el compromiso de contratación de mano de obra local, y para garantizar la óptima puesta en marcha de la desalinizadora, tendrá la opción de requerir -una vez terminadas las obras y con la planta ya en servicio- que el consorcio a cargo de la construcción del proyecto asuma la operación de las instalaciones por un periodo de dos años. “Lo que hemos hecho con estas bases es transparentar la responsabilidad total de quien diseña y construye y la mejor forma de hacerlo es entregándoles la operación de la planta al constructor, por un periodo que nos garantice su buen funcionamiento en el largo plazo”, concluyó Herrera.
El 27 de julio, fueron 5 las empresas que presentaron sus oferta técnicas y económicas para el proceso (Acciona Agua – Acciona Construcción Chile, Aqualia – Besalco – FCC Construcción, INIMA – CVV Copiapó, Técnicas Reunidas – Initec y Sadyt – Sacyr – Valoriza Agua) y una vez finalizado el proceso de evaluación técnica, el 7 de septiembre pasado, Econssa realizó la apertura de los sobres que contenían las propuestas económicas y se inició el proceso de evaluación económica de las ofertas.
Descripción del proyecto PDA
El proyecto consiste en la extracción de agua de mar y su desalinización en una planta de osmosis inversa. Las instalaciones estarán ubicadas en el sector de Punta Zorro, en la comuna de Caldera, y desde allí el agua desalinizada será impulsada a los distintos puntos de abastecimiento de la población de Caldera, Chañaral, Copiapó y Tierra Amarilla, que actualmente son alimentadas por el acuífero del río Copiapó.
La construcción de la planta se ejecutará en tres etapas, las que una vez terminadas permitirán una capacidad máxima final de 1.200 litros por segundo (L/s) de agua tratada:
Primera etapa: capacidad para 450 L/s.
Segunda etapa: capacidad de 450 L/s (alcanzando un total de 900 L/s)
Tercera etapa: capacidad de 300 L/s (alcanzado los 1.200 L/s).
El Estado financiará la ejecución de la primera parte de la planta desalinizadora, para lo cual ya comprometió los recursos necesarios para la capitalización de Econssa Chile, a través de Corfo.
La primera etapa contempla el desarrollo de las obras marinas para la captación de agua de mar y la descarga de salmuera (al mar) a través de emisarios submarinos que serán construidos mediante tunelería, con capacidad para la producción final del proyecto de 1.200 L/s de agua potable. También considera la construcción de una planta desalinizadora de agua de mar con capacidad para producir 450 L/s, además de las obras de elevación y conducción del agua producida y las obras anexas correspondientes a la alimentación eléctrica, recintos, estanques y plantas elevadoras.
El suministro de energía eléctrica, tanto para la planta desaladora como para las estaciones elevadoras de agua potable, se encuentra en proceso de licitación, como cliente libre.
Las bases de licitación no contemplan una fecha definida para la adjudicación y la firma del contrato, sin embargo, ambos hitos debieran concretarse en un plazo estimado de 45 días, una vez constituido el consorcio adjudicatario.