La semana pasada el proyecto fue aprobado por la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA), mientras que el pasado martes la Comisión Regional de Uso del Borde Costero (CRUBC) aprobó la concesión marítima.

El Intendente de Atacama, Miguel Vargas, acompañado por el Gerente General de la Corporación para la Competitividad e Innovación de la Región de Atacama (CCIRA), Ibar Espinoza y el Gerente General de Aguas de Chañarar, Enrique Calcagni, informaron que la planta desalinizadora comenzará a ser construida el año 2017, ya que es un hecho su aprobación por parte de la CEA y la CRUBC.

La primera autoridad regional anunció la importante noticia, precisando que “este debe ser el proyecto más estratégico de Atacama, ya que la región cuenta con un tremendo problema, la escases hídrica. Entre todos y todas estamos dando este paso fundamental y debemos considerar que este proyecto busca asegurar el abastecimiento de agua potable para la población y también para nuestras actividades productivas, particularmente la pequeña minería y la agricultura. El agua es el elemento fundamental para toda actividad, por lo tanto, el compromiso debe ser de todos por el bien de Atacama”.

“Hemos dado dos pasos importantes para que dicho proyecto sea realidad a partir del año 2017, período por cierto, definido para el inicio de su construcción. En el cronograma trabajado desde el Gobierno Regional con la CCIRA, Aguas Chañar y con ECOMSA, hemos contemplado que las operaciones de esta planta se puedan iniciar en el año 2019. Hemos concluido los estudios preliminares, y aquí es importante destacar que el costo del estudio de Impacto Ambiental y el costo del estudio de localización de la planta fueron financiados íntegramente por el Gobierno Regional, a través de la CCIRA”, argumentó Vargas.

Por su parte, el Gerente General de Aguas Chañara, explicó que “nosotros como operadores de la concesión en la región de Atacama somos los encargados y responsables de extraer aguas de nuestra fuentes propias y en este caso vamos a operar la planta que va a construir ECOMSA y vamos a distribuir el agua posteriormente en las redes de las ciudades de Copiapó, Tierra Amarilla, Chañaral y Caldera”.

Para concluir, el Gerente General de la CCIRA, agregó que “se nos encomendó, desde el Gobierno Regional, ejecutar el estudio de impacto ambiental. Este concluyó exitosamente después de varios meses de trabajo. Ahora nos sentimos muy satisfechos por el trabajo donde hemos comprometido alrededor de 500 millones de pesos. Este proyecto viene a solucionar la escasez hídrica que está presente en la región. Esta corporación da por cumplida su tarea y nos ponemos a disposición para colaborar en lo que sea necesario”.

Intendente de Atacama, Miguel Vargas.